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Procesionaria: síntomas en tu perro. ¿Qué puedes hacer?


La Procesionaria del pino coloniza especialmente los pinos, aunque también ataca a Cedros y Abetos. Puede localizarse por toda la Península y en Baleares.



¿Cuándo podemos encontrar orugas procesionarias?


En verano las mariposas de Procesionarias ponen los huevos en las hojas de los árboles. Las orugas nacen entre mediados de septiembre y octubre, y construyen nidos de seda que les sirven de refugio para pasar el invierno. Cuando llega la primavera, o finalizando el invierno (desde febrero a primeros de abril, aunque el cambio climático está provocando que ya empecemos a verlas desde enero), las orugas descienden en fila al suelo, de ahí el nombre de Procesionaria; se entierran y ocultan dentro de un capullo.


¿Qué síntomas pueden producir?


La oruga posee unos pelos urticantes con una sustancia tóxica; la curiosidad del perro al acercarse supone una amenaza para las orugas, que disparan los pelos de su dorso; éstos se clavan en la cara del perro, se produce histamina y se origina la urticaria. En este momento se puede notar la intranquilidad del perro, que podrá jadear, babear y querrá frotarse la cara para reducir el picor. Es entonces cuando deberás acudir rápidamente a consulta pues en poco tiempo pueden aparecer síntomas mucho más graves como inflamación de la lengua (que puede llegar a necrosarse perdiendo un trozo de la misma), inflamación de labios y mucosa oral, pìcor, hinchazón de la cara, los ojos, úlceras en la cornea... 

Si se deja progresar el problema sin tratamiento, se puede llegar a tener signos generales como fiebre, dificultad respiratoria, edema laríngeo (sobre todo por ingestión de orugas), convulsiones... y la muerte del animal. 


¿Qué puedes hacer si tu perro entra en contacto con las orugas?


Como medida de urgencia antes de llegar al veterinario se puede lavar la lengua o la zona afectada con agua caliente, ya que el calor desactiva la toxina.

Otras alternativas son el vinagre o el jabón; nunca debes frotar la parte lesionada, ya que así romperías los "pelos" de la oruga liberando después la toxina.


¿Puedo evitar este problema?

 

Además de estar pendiente de tu perro durante el paseo, atento a posibles signos de problemas, procura no pasear durante el final del invierno o el inicio de la primavera por zonas con pinos, cedros o abetos.

Echa un vistazo a las copas de los árboles y si ves nidos como "algodón de azúcar", además de cambiar de acera, avisa a los servicios de información de tu Ayuntamiento para que los retiren.





 
 

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