Miedo de los perros a los ruidos fuertes: por qué ocurre y cómo ayudarles
- Susana (Argos)
- hace 5 días
- 6 Min. de lectura
Muchos perros lo pasan realmente mal cuando escuchan ruidos fuertes como petardos, fuegos artificiales, tormentas o disparos. No es “manía”, ni “teatro”: es miedo de verdad. Y cuando tienen miedo, su cuerpo y su mente reaccionan como si estuvieran en peligro.
Si vives en Madrid, en zonas como Hortaleza, Canillas o alrededores, es muy probable que tu perro sufra.
En este artículo de Club Veterinario Argos (Calle Tribaldos 16, Madrid) te contamos por qué ocurre este miedo y qué puedes hacer para ayudar a tu perro a sentirse más seguro en épocas especialmente complicadas como las Navidades, San Juan, o las fallas en Valencia, fiestas con petardos y fuegos artificiales.

¿Por qué los perros tienen miedo a los ruidos fuertes?
Los perros tienen el oído mucho más desarrollado que nosotros. Escuchan sonidos que a nosotros se nos escapan y perciben los ruidos como más intensos y cercanos.
Algunas razones por las que pueden tener miedo son:
Ruidos imprevisibles
Los petardos y los fuegos artificiales aparecen de repente, sin aviso. Para el perro es como si “explotara el mundo” sin entender por qué.
Experiencias negativas previas
Si un perro ha tenido una mala experiencia con petardos o tormentas, es fácil que luego anticipe el miedo cada vez que oye algo parecido; incluso si le ha ocurrido en determinado momento del día (por la noche, por ejemplo) o lugar, es posible que se niegue a pasear en esos momentos (no querrá salir a la calle en cuanto oscurece) o se negará a recorrer determinadas zonas en su paseo.
Sensibilidad propia del perro
Hay perros más nerviosos o inseguros de base, igual que hay personas más sensibles al ruido.
Falta de habituación
Perros que nunca han sido expuestos de forma suave y controlada a ciertos ruidos pueden asustarse mucho cuando se enfrentan a ellos por primera vez.
¿Cómo saber si mi perro tiene miedo a los ruidos?
Igual que cada persona muestra sus temores de maneras diferentes, los signos de miedo y su intensidad pueden variar de un perro a otro, pero los más frecuentes son:
Temblores
Jadeo intenso aunque no haga calor ni haya ejercicio
Pupilas muy dilatadas, ojos muy abiertos
Intentar esconderse (debajo de la cama, del sofá, en el baño, etc.)
Buscar pegarse a ti, no separarse ni un segundo
Ladrar, gemir o aullar
Intentar escapar (rascar puertas, intentar saltar vallas o balcones, salir corriendo)
Dejar de comer, quedarse bloqueado o inmóvil
Hacer pis o caca dentro de casa por el miedo
Si tu perro presenta varios de estos signos con cada tormenta o cada cohete, es probable que tenga un miedo importante a los ruidos y conviene ayudarle cuanto antes. Incluso si tu perro se muestra diferente o “excesivamente tranquilo” durante las épocas de petardos, piensa que quizá está sufriendo en silencio.

Qué hacer durante los petardos o ruidos fuertes
Cuando ya están sonando los petardos, lo principal es ayudar a tu perro a sentirse lo más seguro posible.
1. Ofrécele un refugio seguro
Prepara una “zona segura” en casa: un cuarto interior, baño o habitación donde apenas se oigan los ruidos.
Si dispones de una caga de cartón o un transportín en el que quepa tu perro, ponlo en esa habitación y cúbrelo con mantas o toallas.
Pon su cama, mantas, algún juguete, agua y, si le gusta, algo con tu olor dentro de la caja o directamente en la habitación segura.
Baja persianas, cierra ventanas y puertas para amortiguar el ruido.
2. No le regañes por tener miedo
Si tiembla, ladra o quiere esconderse, no lo castigues ni lo ignores.
El miedo no se quita con gritos, al contrario, se agrava.
Puedes acompañarle con calma, hablarle suave y acariciarle si eso le relaja (cada perro es distinto).
3. Usa ruido “de fondo”
Puedes poner música tranquila, la tele o ruido blanco para disimular un poco el sonido de los petardos.
No los elimina, pero ayuda a que no sean tan bruscos ni tan llamativos.
4. Mantén la calma
Los perros entienden muy bien nuestro lenguaje corporal. Si tú te pones nervioso, él lo nota y puede agravar su miedo.
Evita gestos bruscos o ir corriendo de un lado a otro.
Actúa con normalidad, como si no pasara nada grave.
Habla suavemente y en un tono normal.
5. Evita sacarlo en las horas más ruidosas
En épocas de fiestas con fuegos artificiales o petardos, pasea al perro antes de los horarios habituales de ruido (por ejemplo, antes de que anochezca si sabes que luego hay espectáculo).
Usa siempre correa y collar/arnés bien ajustados (mejor arnés que collar para evitar tirones de cuello bruscos). Un perro asustado puede escapar con facilidad y sufrir un accidente o perderse.
Qué puedes hacer días antes (o fuera de temporada de petardos)
Si tu perro lo pasa realmente mal, lo ideal no es solo “sobrevivir” al momento, sino trabajar el problema con antelación.
1. Consulta con tu veterinario
Es importante valorar el grado de miedo de tu perro. En muchos casos, además de pautas de manejo, puede ser necesario:
Uso de feromonas apaciguadoras en difusor o collar.
Complementos naturales para ayudar a la relajación.
En casos más graves, medicación específica para la ansiedad asociada al ruido, siempre prescrita y controlada por el veterinario.
Nunca le des medicamentos por tu cuenta. Algunos fármacos que “parece que le dejan tranquilo” en realidad bloquean el movimiento pero no el miedo, y tu perro seguirá sufriendo por dentro aunque tú no lo notes.
Si vives por la zona de Hortaleza, Canillas, Sanchinarro, Las Tablas o Arturo Soria, en Club Veterinario Argos (C/ Tribaldos 16, Madrid) podemos valorar su caso y explicarte qué opciones hay para ayudarle.
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2. Trabajo de desensibilización y contracondicionamiento
Idealmente con el apoyo de un veterinario
Se usan grabaciones de ruidos (petardos, tormentas, etc.) a volumen muy bajito, mientras el perro hace cosas agradables: come premios, juega, se relaja.
Poco a poco, se sube el volumen, siempre respetando que el perro se mantenga tranquilo.
El objetivo es que el ruido deje de ser una amenaza y pase a ser algo neutro o incluso asociado a cosas positivas.
Es un trabajo que lleva tiempo, pero puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida del perro.
3. Preparar el entorno con antelación
Si sabes que se acerca una época de ruidos (fiestas, San Juan, Fin de Año, ferias…):
Ten la zona segura lista en casa.
Coloca el difusor de feromonas unos días antes.
Adminístrale los relajantes naturales recomendados en consulta veterinaria desde unos días/semanas antes.
Asegúrate de que el chip de tu perro se lee perfectamente, y que su placa de identificación, arnés, collar y correa están en perfecto estado, por si tu perro se asusta durante un paseo.
Lo que NO se recomienda
No obligarle a enfrentarse al ruido (por ejemplo, sacarlo a la calle “para que se acostumbre” mientras explotan petardos). Eso solo puede aumentar el miedo.
No reírse ni grabarlo para redes sociales cuando está aterrorizado; para él no tiene ninguna gracia, lo está pasando mal.
No automedicarlo con calmantes humanos ni productos no recomendados por tu veterinario.

¿Cuándo acudir al veterinario o a un especialista en comportamiento?
Conviene pedir ayuda profesional cuando:
Tu perro entra en pánico cada vez que hay ruidos fuertes.
Intenta escaparse o hacerse daño (golpearse contra puertas, etc.).
Deja de comer, no quiere salir a la calle o su día a día se ve afectado.
Lo has intentado manejar por tu cuenta y no mejora, al contrario, cada año lo notas peor.
Cuanto antes se empiece a trabajar el miedo, mejores resultados se pueden conseguir.
En Club Veterinario Argos, en la Calle Tribaldos 16 (barrio de Canillas, Hortaleza, Madrid), podemos valorar a tu perro, explicarte las opciones de tratamiento y acompañaros en todo el proceso.
En resumen
El miedo de los perros a los petardos y otros ruidos fuertes es muy frecuente y puede ser realmente angustiante tanto para ellos como para sus familias. No es un capricho: es un problema de ansiedad que merece atención.
Con un buen plan que combine:
Preparar el entorno
Respetar las emociones del perro
Apoyarse en la ayuda veterinaria cuando haga falta
Y, si es necesario, trabajar con un educador o etólogo
se puede conseguir que esos días de ruido sean mucho más llevaderos.
Si tu perro lo pasa mal con los ruidos y vives en Madrid, estaremos encantados de ayudarte en Club Veterinario Argos (C/ Tribaldos 16, Hortaleza – Canillas).











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